La floración del Tajinaste rojo en el Parque Nacional del Teide
Este domingo pasado nos hemos escapado al Parque
Nacional del Teide para contemplar la belleza, casi indescriptible, de
la floración del Tajinaste rojo (Echium wildpretii subsp. wildpretii).
Tajinaste rojo en el Parque Nacional del Teide
En realidad, su belleza radica en el espectáculo de
la planta en sí, pero además su entorno hace que resalte aun más su belleza.
Parecen plantas traídas de otro planeta, fuera de contexto, ya que no guardan
ninguna similitud con el resto de flora de la zona. Son grandes, exuberantes,
plantas gigantes en comparación con el resto de plantas que crecen
prácticamente a ras de tierra en el Parque Nacional del Teide. La
belleza es tal, que tus ojos no verán dos Tajinastes iguales, y en contra del
dicho “vista una… vista todas”, te quedarás “flasheado” observando todos y cada
uno de los Tajinastes.
El Tajinaste rojo es una especie del
género Echium en la familia Boraginaceae,
y pertenece al grupo de especies arbustivas sin ramificar con una forma similar
a una lanza cuyo tamaño suele oscilar entre 1 y 3 metros. Poseen una densa
roseta foliar que desarrolla una sola inflorescencia de gran tamaño, llena de
flores de color rojo-coral.
Es una especie vegetal endémica de la isla de
Tenerife y propia del Parque Nacional del Teide, siendo igualmente frecuente en las zonas de Vilaflor
y en los altos de Granadilla, Arafo y Arico.
Tajinaste rojo en Vilaflor
Hacer mención que
el Tajinaste
rojo también se puede observar en otros lugares del mundo, pero se
trata simplemente de cultivos realizados por la acción del hombre. El hábitat natural del Tajinaste
rojo es única y exclusivamente la isla de Tenerife…
Su floración empieza siempre aproximadamente
a primeros de mayo y alcanza su máximo esplendor una semana después,
prolongándose hasta principios de junio, creando durante este tiempo un
espectáculo cromático en el que el color rojo-coral del Tajinaste
rojo contrasta con la diversidad de colores que se pueden observar en
el Parque
Nacional del Teide. Algunos años este fenómeno se adelanta o retrasa algunos
días en función de que haya hecho más o menos frío en invierno.
Tras la floración, en verano maduran las semillas
que son dispersadas y esperan pacientemente las primeras lluvias del otoño para
germinar nuevamente, y así iniciar otro ciclo.
Una vez alcanzado su máximo apogeo, el Tajinaste
rojo empieza a secarse, muere y acaba convirtiéndose en un esqueleto,
el cual es tumbado por el viento. Parece un final triste… pero ese el ciclo de
la vida! Este ciclo se repite año tras año y mueve a miles de personas a visitar
el Parque
Nacional del Teide durante la primavera para contemplar este
espectáculo único. Hay una infinidad de motivos para visitar el Parque
Nacional del Teide, siendo sin lugar a dudas, la floración del Tajinaste rojo
uno de los fenómenos visuales más espectaculares que se pueden contemplar en el
Parque
Nacional del Teide.
El Tajinaste rojo es una de las plantas utilizadas en Tenerife por las
abejas para la producción de miel, dada la gran riqueza de polen y néctar de
sus flores. Es una miel monofloral y con Denominación de Origen Protegida: Denominación
de Origen Protegida - Miel de Tenerife. La denominación de origen
abarca diferentes mieles monoflorales de Tenerife, siendo la Miel
de Tajinaste una de ellas.
El nombre científico del Tajinaste rojo, Echium
wildpretii subsp. wildpretii, le fue dado por los botánicos británicos Pearson
y Hook
en honor al horticultor suizo Hermann Wildpret que residió en La
Orotava durante el siglo XIX.
La especie Echium wildpretii tiene dos
subespecies endémicas. Una es la de la isla de Tenerife de flores rojo-coral,
Echium
wildpretii subsp. wildpretii, conocido comúnmente como Tajinaste
rojo, y la subespecie endémica de la isla de La Palma de flores
rosadas, Echium wildpretii subsp. trichosiphon, llamado Tajinaste
rosado, muy escaso y protegido por la ley, incluido en el Catálogo Canario de
Especies Protegidas.
Los Tajinastes rojos estuvieron
a punto de extinguirse por la intensa presión del ganado que pastaba
por el Parque Nacional del Teide y se comía las rosetas de hojas
tiernas. El gobierno canario tuvo que prohibir el pastoreo a los ganaderos en
todo el Parque Nacional del Teide y desde entonces la especie se ha
recuperado hasta el punto que ya no está incluida en el Catálogo de
Especies de la Flora Canaria en Peligro de Extinción.
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